El placer anal sigue siendo un gran desconocido para muchxs... ¡Descubre este punto de placer gracias a estos consejos!
El sexo anal es una práctica que no todo el mundo se atreve a probar, ya sea por miedo, pudores o vergüenza. Además, muchas veces se asocia el sexo anal a un juego en pareja. Pero la realidad es que podemos tener sexo anal en solitario y disfrutarlo mucho. Atentx, vamos a explicarte cómo masturbarse analmente y por qué.
Pasos para disfrutar de la masturbación anal
Presta atención a las nalgas
Cualquier experiencia sexual será más fácil y placentera cuanto más excitadx estés. Así que no vayas al grano y, de momento, olvídate del ano.
Juega con las nalgas. Es muy sencillo: acaricia toda la zona y coloca las manos en los pliegues donde se unen las piernas y los glúteos. Ahora desliza los dedos a lo largo del pliegue, desde la zona interna del muslo a la externa, y repite este movimiento tantas veces como te pida el cuerpo hasta que entres en calor.
Relájate, no hay por qué preocuparse
Tómate tu tiempo antes de comenzar y despierta tu excitación con fantasías, películas o libros eróticos. Siéntate con la cadera un poco adelantada y las piernas abiertas de par en par.
Cuando estés preparadx, embadúrnate los dedos corazón e índice con lubricante anal. Este paso es imprescindible porque el ano no lubrica de forma natural.
Para que la experiencia sea mejor, es superimportante relajar los músculos de la zona, así que hazte un masaje en la entrada del ano. ¡Pero aún no entres, eso vendrá luego!
Ve entrando poco a poco
En la misma posición y con el dedo corazón bien lubricado, ve abriendo camino e introdúcelo poco a poco en el ano. Al principio notarás como si estuviera cerrado pero, a medida que vayas avanzando y estimules la zona, verás qué rápido se relajan los músculos del esfínter y cómo tu ano le da la bienvenida al placer.
Y ahora, ¿qué hago dentro?
Aunque hay movimientos que no fallan a la hora de estimular el ano, como hacer círculos o acercar los dedos a la palma de la mano imitando el movimiento «ven aquí», la forma de estimulación y el placer que sentirás serán diferentes en función de si tienes pene o vagina.
- Si tienes pene, debes saber que en el ano está situada una zona erógena que hará que alcances orgasmos más intensos. Se trata del famoso punto P. Tiene el tamaño de una castaña y está a 5 cm de la entrada anal. Ve muy poco a poco... ¡No olvides que es una zona muy sensible! Cuando tengas algo más de práctica, puedes probar a jugar con el estimulador anal con movimiento Luke.
- Si tienes vulva, puedes usar a Polo, un dildo con silicona termorreactiva y ventosa que te hará disfrutar como nunca de la estimulación anal.
Doble placer
Cuando veas que le estás cogiendo el truquillo al tema, acaricia tus genitales al mismo tiempo (con la mano o con un juguete), verás cómo se multiplica tu placer. Si quieres usar la misma mano con la que has estimulado el ano, asegúrate de que esté bien limpia para evitar infecciones.
Toque final: aumenta las sensaciones en la masturbación anal
Cuando estés llegando al orgasmo saca del ano el dedo o el juguete. Sí, sí, como lo lees. Es una técnica muy poco conocida y, aunque no tiene mucho misterio, consigue mejorar la experiencia con creces.
Consejos de higiene y comodidad
- Evacuación: asegúrate de que la zona está evacuada para poder jugar con más tranquilidad. Puedes utilizar una ducha anal que no dejará ni rastro.
- Juguetes: si vas a utilizar algún tipo de juguete anal, asegúrate de que no quedan restos lavándolos con agua y jabón neutro o con un limpiador de juguetes especializado.
- Uñas: si tienes las uñas largas, ten cuidado porque podrían generar heridas en la zona. Para evitarlo, puedes usar un preservativo o guantes de látex. También puedes probar las fundas anales Freddy para potenciar el placer.
Definitivamente el sexo anal no es solo para parejas. No esperes más y márcate un Juan Palomo por detrás.
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