El glande es la zona con más terminaciones nerviosas del pene... ¡sácale partido!
¡El sexo oral es un recurso prácticamente infalible a la hora de hacer que nuestras parejas sexuales vean las estrellas! Y es que la boca es un instrumento de lo más versátil, ya que se adapta a cualquier forma y cuenta con su propio lubricante natural.
Pero, aunque pienses que tienes la técnica dominada, a veces cometemos el error de ir a saco y no centrarnos en todas sus partes. Por eso, ¡te traemos unos consejos para que descubras lo placentera que puede ser la estimulación oral del glande!
Conoce las partes del pene
Empecemos por el principio: ¿cuáles son las diferentes partes del pene?
- Tronco: se extiende desde la base hasta el glande y está formado por cuerpos cavernosos y esponjosos.
- Prepucio: es un tejido sensible y elástico que recubre y protege el tronco pene.
- Testículos: son las glándulas que producen los espermatozoides y que están recubiertas y sostenidas por el escroto.
Glande
Es la “cabeza” del pene. Se llena de sangre durante la erección, lo que hace que aumente su tamaño. Estas son sus partes:
- Abertura de la uretra: expulsa la orina y el líquido seminal.
- Corona: borde del glande, es una zona especialmente sensitiva.
- Frenillo: membrana muy sensible que une el prepucio y el glande.
El glande es la zona con más terminaciones nerviosas y por tanto más sensible... ¡y placentera!
Estimulación del glande
Cada glande puede ser distinto y, por tanto, tener sensibilidades muy variadas. Además, para estimularlo de forma placentera, no es necesaria una erección completa.
Si quieres empezar con una estimulación manual...
Es importante recordar que, dado que se trata de una zona muy sensible, será necesario aplicar lubricante íntimo para reducir la fricción.
- Empieza lenta y suavemente y aumenta la intensidad progresivamente.
- Utiliza las yemas de los dedos para estimular con suavidad esta zona.
- Puedes masajear su superficie con la palma de la mano con movimientos circulares o pasando el glande entre los dedos.
- No olvides masajear también la parte inferior de la corona y el frenillo.
Extra tip: si a estos trucos les sumas una buena dosis de vibrador líquido, descubrirás una sensación que te dejará... ¡sin palabras! |
Ahora sí, ¡vamos al tema que nos ocupa! Aunque no hay una forma correcta de estimular el glande con la boca, ya que depende de las preferencias y gustos de cada persona, os proponemos algunas ideas.
- Rodea el glande con la lengua: utiliza la lengua para rodear toda superficie del glande, primero lentamente y sin olvidar ninguna de sus partes.
- Labios: utiliza los labios para rodear el glande y muévelos de arriba abajo. A esa estimulación, súmale el movimiento de la lengua.
- Succión: imagínate que se trata de un helado y, con suavidad, prueba a succionar el glande mientras este sigue rodeado por los labios...
- El mix definitivo: ¿qué tal si pruebas aumentar la intensidad combinando todas las técnicas? Utiliza los labios, la lengua, y la succión de manera simultánea.
Experimenta nuevas sensaciones
Dado que el glande es muy sensible, la vibración puede ser una gran aliada para su estimulación. Prueba a acariciar toda su superficie con una bala vibradora como Bali, empezando por un nivel de intensidad bajo para ir aumentando a nivel que avanza la estimulación.
Y, si quieres entrenar para pasar al siguiente nivel, utiliza el masturbador de pene Lumbra con una buena cantidad de lubricante para rodear solo la zona del glande y practicar movimientos suaves hacia arriba y abajo en la zona.
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¡Una zona taaan sensible y placentera como el glande no puede ser pasada por alto! Experimenta todas sus posibilidades para no dejar ni un rincón del placer sin descubrir.