Deseo sexual y trucos para aumentarlo

Deseo sexual y trucos para aumentarlo

El deseo no es estático, sino que fluctúa a lo largo de nuestra vida

Entender el deseo y la sexualidad como algo cambiante y fluido nos ayudará a vivir una sexualidad feliz y mucho más sana. Sobre todo, es importante saber que no existe un nivel “normal” de deseo: igual que hay personas que tienen más apetito, más ganas de salir de fiesta o más devoción a las siestas que otras y es totalmente normal, en la esfera sexual pasa lo mismo... ¡no debemos regirnos por el deseo de los demás, sino por el nuestro propio! 


¿Qué es el deseo erótico? 

El deseo sexual o libido es la sensación de querer tener sexo: un impulso que nos lleva a buscar una actividad sexual. Y, como todo en esta vida, sube y baja a lo largo de los años, meses, semanas... ¡e incluso minutos! Y eso es totalmente natural. El deseo erótico es complejo y muchos factores contribuyen a aumentarlo o disminuirlo a lo largo de nuestra existencia. 

¿Es normal tener bajo deseo sexual? 

Puede que normal no sea la palabra, ¡pero sí es frecuente! De hecho, es bastante frecuente. Según un estudio*, el 45,7 % de las mujeres cis y el 24,9 % de los hombres cis sienten o han sentido falta de deseo a lo largo de su vida. Y esta disminución o falta de deseo puede llegar a ser una fuente importante de estrés, culpa, ansiedad, vergüenza y frustración (de hecho, es la razón principal por la cual se acude a terapia de pareja). 

Causas del bajo deseo 

Las causas que provocan la inhibición del deseo se pueden clasificar en varios tipos. 

Causas orgánicas o médicas: El sistema endocrino (hormonas sexuales), vascular y neurológico son los principales protagonistas de la respuesta sexual, por lo que cualquier alteración de este tipo puede tener un impacto directo sobre el deseo. Algunos ejemplos son... 

  • Ciclo menstrual. 
  • Embarazo o lactancia.
  • Menopausia o andropausia. 
  • Medicamentos. 
  • Alcohol y drogas. 
  • Enfermedades. 

Causas psicógenas o emocionales: la cabeza es poderosísima, por lo que nuestra salud emocional y mental median el deseo casi más que nuestra salud física. ¿Sabías que la meditación incrementa el deseo erótico? Algunos ejemplos son... 

  • Estrés. 
  • Ansiedad. 
  • Baja autoestima. 
  • Depresión. 

Causas contextuales y relacionales: el contexto en el que vivimos, las rutinas, nuestra relación de pareja e incluso la estación del año tienen un impacto en nuestra sexualidad y, como causa o consecuencia, en nuestro deseo erótico. Algunos ejemplos son... 

  • La educación sexual. 
  • Eventos vitales (mudanzas, nacimientos, rupturas...).
  • Problemas en la relación. 
  • Cansancio. 

Causas sexuales y eróticas: nuestras relaciones sexuales, cuando son insatisfactorias, pueden sentar precedente para no querer repetir esas experiencias y perder el interés en el sexo. Algunos ejemplos son... 

  • Insatisfacción. 
  • Dolor en las relaciones. 
  • Dificultades en la excitación. 
  • Dificultad para llegar al orgasmo. 

¿Las personas con vulva tienen menos deseo? 

 

Estadísticamente, sí, pero esto se debe al contexto de las personas con vulva en la sociedad, ya que su placer y su sexualidad ha sido históricamente ignorado. Tener vulva no garantiza menor deseo.... tener una educación y vida sexual insatisfactoria, sí.

 

Trucos para aumentar el deseo sexual 

El deseo puede ser reactivo (el que surge como reacción al contacto o a estímulos eróticos concretos) o espontáneo (¡el que surge sin más!). 

Para trabajar el deseo espontáneo, tendremos que centrarnos en cuidar nuestros hábitos y nuestro estilo de vida: llevar una alimentación equilibrada, mantenernos físicamente activxs, tener buenos hábitos de sueño y cuidar nuestra salud emocional son factores fundamentales para activar el deseo. 

Por otra parte, para entrenar el deseo reactivo, tendremos que rodearnos de estímulos eróticos tanto internos (fantasías, pensamientos, recuerdos...) como externos (relatos, películas, canciones, imágenes, hablar de sexo...). Para ello, te dejamos 3 sencillos ejercicios que puedes llevar a cabo: 

  • 15 minutos: piensa en sexo durante 15 minutos al día. Puede ser en cualquier momento y lugar... ¡déjate llevar sin juzgarte! 
  • Fantasea: aprende a fantasear de manera guiada. Los protagonistas de tus fantasías serán personas, lugares, partes de tu cuerpo... 
  • Tu propio relato erótico: escribe un relato erótico en el que todo vale. Recuerda que hay una sola regla: quien protagoniza la historia eres tú.   
En las parejas, se puede dar un fenómeno de lo más normal llamado discordancia del deseo o incompatibilidad sexual, que es cuando los miembros de esta tienen diferentes niveles de deseo sexual. Si queréis trabajar el deseo en pareja y así combatir la discordancia, no te pierdas los ejercicios que te proponemos en este artículo.

 

El deseo es algo muy complejo y cambiante. Para evitar frustraciones y malestar, respeta tu propio ritmo, conoce tu deseo... ¡y ejercítalo! 

 
* Colson, m., Lemaire, a., Pinton, p., Hamidi, k., & Klein, p. (2006). Original research— Couples’ sexual dysfunction: sexual behaviors and mental perception, satisfaction and expectations of sex life in men and women in france. The journal of sexual medicine, 3(1), 121–131. Doi:10.1111/j.1743-6109.2005.00166.X

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