En el placer también está la protección
(Con protección de las ITS o ITG hacemos referencia a métodos de protección para prácticas donde no hay riesgo de embarazo pero sí de transmitir o contraer una infección de transmisión sexual.)
Toda relación sexual conlleva potenciales riesgos de contraer ITS (infecciones de transmisión sexual), también llamadas ITG (infecciones de transmisión genital), independientemente de la orientación sexual de la persona, de su identidad de género y de sus genitales.
El contacto con los fluidos genitales y corporales es un potencial vehículo de transmisión de infecciones.
Lo que sí está muy claro es que, para disfrutar plenamente de la sexualidad, hay que cuidar de ella. Aquí van unos tips para potenciar tu sexualidad sin dejar de lado la salud:
Cuándo y por qué usar protección
La respuesta es muy sencilla: ¡siempre!
Eso sí, si tienes pareja sexualmente exclusiva y decidís de forma consensuada, con previos tests que corroboren que nadie tiene ITS (teniendo en cuenta también los periodos ventana de las ITS), las probabilidades de contraer ITS bajan significativamente.
También es cierto que en cualquier relación sexual tienes que tener en cuenta otros riesgos, como:
- Práctica de larga duración: si tienes sexo con penetración (anal o vaginal) durante mucho tiempo, puede causar irritaciones o incluso pequeñas heridas, lo que supone más riesgo de contraer una ITS. Para reducir el riesgo de hacerte daño, ten siempre a mano un lubricante (a base de agua es el más común o a base de silicona si es una práctica anal o bajo la ducha), así también reducirás el riesgo de que se pueda romper el preservativo.
- Intensidad de la práctica: cuanto más brusca y enérgica sea, más probabilidad de que se produzcan irritaciones, desgarros o cortes que puedan dañar los tejidos y facilitar la infección.
- Consumo de sustancias: el uso de alcohol y drogas, antes o durante cualquier relación sexual, puede provocar una desinhibición del comportamiento que puede llevar a una alteración de la percepción del riesgo, una mala colocación de la protección y que afecta a la toma de decisiones, entre muchas otras cosas.
¿Tengo que utilizar siempre la misma protección sin importar la práctica sexual?
La respuesta es no. Cada práctica sexual necesita un tipo de protección específica, no es lo mismo el sexo oral que la penetración vaginal o anal con un pene. A continuación, te dejamos un listado para que lo veas más claro:
- Cunnilingus: puedes utilizar una barrera de látex o hacer una barrera oral.
- Felación: utiliza siempre un preservativo de pene. Puedes jugar con los preservativos de sabores para añadir un extra de sabor.
- Anilingus: puedes utilizar un campo de látex o hacer una barrera oral.
- Vaginal: usa un preservativo para el pene o bien un preservativo interno o vaginal.
- Sexo anal: usa un preservativo para el pene. Si quieres masturbar el ano con los dedos, puedes usar guantes. En cualquier caso, siempre acompañados de mucho lubricante, porque el ano no tiene lubricación natural.
También debes tener en cuenta que hay otras infecciones que pueden causarse por no usar protección o no tener prácticas higiénicas y seguras. Intenta lavarte las manos antes de cualquier práctica, no tengas sexo anal y justo después vaginal (si lo haces, cambia el preservativo) y ve a hacer pis después de cualquier práctica sexual para evacuar bacterias. Estos tres trucos te pueden salvar de contraer infecciones como la candidiasis y la cistitis.
Trucos y consideraciones de los distintos métodos de protección
Hay personas que pueden tener alergia al látex (tanto la persona que penetra como la persona penetrada), para ellas existen preservativos sin látex fabricados con otros materiales.
Lo puedes poner horas antes de tener relaciones sexuales. Protege también toda tu vulva, y por ello genera mayor protección que el preservativo de pene y te puede dar más independencia y tranquilidad.
Tiene que quedar colocada y estable. En caso de que quisieras poner lubricante, que sea a base de agua y aplícalo encima de la barrera (para facilitar el roce, pero sin que se descoloque la barrera). En caso de practicar sexo oral puedes usar lubricantes de sabores.
En prácticas de masturbación vaginal o anal, puede ser la protección ideal. Especialmente si tus uñas son acrílicas o tienes alguna herida en los dedos.
Mitos sobre el uso de protección
- “Yo me tomo las pastillas” y por lo tanto no necesito más protección: ¡ERROR! La pastilla anticonceptiva evitará embarazos, pero no te protege de las ITS. Tomar pastillas anticonceptivas no te va a librar de usar protección.
- “El preservativo me aprieta” y no me siento a gusto por culpa de esto. ¡FALSO! Los preservativos se estiran mucho más de lo que te puedes imaginar y hay marcas como MySize que te permiten escoger tu talla adecuada.
- “No siento lo mismo” que sin el preservativo. Tenemos la solución para ti: mastúrbate con el preservativo y así te irás acostumbrando a esa sensación. Para mayor placer, pon un poco de lubricante, habrá menos fricción y todo fluirá con más facilidad. Además, hay preservativos especialmente diseñados para maximizar las sensaciones sin dejar de lado el autocuidado.
- “Se me sale”, eso te pasa porque seguramente no estés utilizando la talla correcta. Como te hemos dicho antes, prueba con MySize y encuentra la talla que mejor te convenga.
- “Con el roce no hay transmisión de nada, solo es con la penetración”. ¡FALSO! En cualquier relación sexual donde haya un intercambio de fluidos genitales y corporales puede haber riesgo de transmisión de ITS. En mayor o menor medida, pero la hay.
¿Y qué pasa con los juguetes sexuales?
Compartir los juguetes puede ser muy divertido, pero no por ello podemos olvidarnos de que también debemos tener en cuenta una serie de medidas de protección, ya que, una vez más, hay un intercambio de fluidos.
- Ten los juguetes superlimpios, los puedes lavar con agua y jabón o con un limpiador especial.
- Si compartes juguetes con tu pareja, pon un preservativo o campo de látex y cámbialo cuando lo utilice la otra persona.
- Usad un juguete por persona, sin hacer intercambio, y masturbaos a la vez. Ver a la otra persona en pleno apogeo de placer puede ser muy excitante.
Contraer una ITS puede suponer un mal trago para muchas personas, además de que pueden formar parte de las experiencias sexuales de cada unx de nosotrxs. Por eso, es fundamental entenderlas, no estigmatizarlas y cuidar de nuestro sexo y placer.