Consejos para una práctica segura, placentera y divertida
Tienes que experimentar para ir descubriendo lo que realmente te gusta y que es lo que te excita. Esta experimentación se aplica tanto a tu cuerpo como al de tu pareja sexual.
Mientras llevas a cabo esta experimentación, te queremos dar unos consejos básicos para que disfrutes con tranquilidad de la experiencia sexual pene-pene:
No tengas vergüenza de verbalizar lo que sientes, la comunicación —tanto verbal como no verbal— es la base de una vida sexual satisfactoria. ¿No sabes por dónde empezar? Aquí te dejamos algunos consejos:
- Di lo que sientes para disfrutar plenamente del momento./li>
- Habla con tu pareja de lo que te gusta y lo que no.
- Guía a tu pareja cuando no te guste lo que hace: “Mejor hazlo así”, “Me gusta más por esta zona”, “Déjame enseñarte cómo me gusta”.
- Respeta tu cuerpo, tus sentimientos y tus deseos, así como los de tu amante.
- Escucha y observa, los cuerpos mandan señales: movimientos de las piernas, manos, espasmos o sonidos. Esta comunicación no verbal es esencial para saber si la cosa va por buen camino.
El pene no es un músculo, sino que dentro de este hay unos cuerpos cavernosos que se llenan de sangre durante la excitación y obran “el milagro” de hacer esta parte de la anatomía más consistente, lo que provoca la erección.
Casi toda la sensibilidad se concentra en el glande (la punta o cabeza), más concretamente en el semicírculo que bordea el glande, así como en el meato (los pequeños labios en la punta). Otro lugar que resulta placentero es la zona baja del escroto (la bolsa que contiene los testículos) y, siguiendo el recorrido, el perineo (la zona entre el escroto y el ano). Puedes jugar con las manos, la boca o algún juguete (como los huevos masturbadores Ova) para un efecto sorpresa.
El ano tiene muchas terminaciones nerviosas, muy cerca del esfínter (a 5 cm aprox.) encontrarás el punto P. Tiene una característica muy particular: está lleno de terminaciones nerviosas esperando a ser estimuladas. La próstata se hincha con la excitación y es la encargada de producir el líquido seminal que se expulsa cuando se eyacula.
No te olvides de las caricias, lametones o mordiscos por todo el cuerpo. La piel es el órgano más grande que tenemos y uno de los más sensibles. El cuerpo entero es una zona erógena, tan erógena que algunas personas pueden llegar al orgasmo sin tocar los genitales.
En el mundo gay los roles suelen ser bastante marcados y pautados. Estas etiquetas se utilizan mucho en los perfiles de las apps para ligar. Recuerda que tú eres la única persona que decide qué es lo que te gusta y lo que quieres, o no hacer.
Una pareja receptiva, o pasiva, es aquella que recibe la penetración, en lugar de dársela, durante el sexo. El término se refiere más comúnmente a los roles sexuales durante el sexo anal u oral.
Una pareja insertiva, o activa, suele ser alguien que inserta su pene o un juguete sexual en una pareja receptiva durante el sexo. El término pareja insertiva generalmente se refiere al papel de una persona en el sexo anal u oral.
Muchas personas homosexuales cambian su rol sexual dependiendo de las circunstancias sexuales o las características físicas de su pareja sexual.
Nunca olvides protegerte en cualquier práctica sexual. Es la única manera que tienes de no contraer ni transmitir ninguna ITS. No hay excusa que valga, hay un protección para cada tipo de práctica:
Siempre ten uno a mano, tanto si vas a penetrar como si váis a tener sexo oral. No sirve la típica excusa de: “Es que el preservativo es muy incómodo y no se adapta bien a mi pene”. Hay marcas de preservativos como MySize que te permiten escoger tu talla ideal para un confort extra.
Cuando decimos que siempre tienes que usar protección, es siempre. Incluso durante la práctica del anilingus. Utiliza una barrera de látex o un preservativo cortado para que haga de barrera.
Guantes de plástico o preservativo de dedo: el último método de protección son unos magníficos guantes de látex para cuando estimules el ano de tu pareja con el dedo. Pequeña recomendación: que sean negros, así si hay alguna mancha de heces no lo veréis, y nada ni nadie os cortará el rollo (de todos modos, recuerda que es algo natural y no pasa nada si ocurre).
Si te estás hormonando: Las hormonas “feminizantes” pueden hacer que las erecciones sean menos firmes, aumentando el riesgo de pérdida del condón. En esta situación, tu pareja puede usar un preservativo especial que se coloca dentro de su ano o vagina (se llaman “preservativos internos” y pueden ser usados para penetración anal, no solo vaginal).
Que todo fluya y nada influya. El ano es una parte que no lubrica naturalmente, por eso, para que no tengas molestias ni se creen pequeñas heridas, ten siempre a mano lubricante, ¡y que nunca falte! También es importante utilizarlo durante la estimulación del pene para que no haya irritación con la fricción.
Lubricante a base de agua: ees ideal para genitales y juguetes, es respetuoso con el pH de tu cuerpo. Es posible que debas volver a aplicarlo ya que, al ser de agua, el cuerpo lo absorbe.
Lubricante a base de silicona: es perfecto para el sexo anal y para jugar bajo el agua, es más duradero pero más difícil de limpiar y no lo puedes utilizar con juguetes de silicona.
No intentes actuar ni fingir que tienes más experiencia de la que tienes. Recuerda que el sexo debe ser algo divertido y que tienes que disfrutarlo.